La caries de la primera infancia, también conocida como 'caries de biberón' es una enfermedad infecciosa, que se puede prevenir y que es causada por diferentes tipos de bacterias que viven en la boca.
Se originan por la exposición frecuente de los dientes del niño a líquidos que contienen azúcares, como leche, leche de fórmula, zumo de fruta, refrescos y otras bebidas azucaradas. Los azúcares que contienen estos líquidos se fijan alrededor de los dientes y las encías del bebé y sirven de alimento para las bacterias que originan la placa. Cada vez que un niño consume un líquido azucarado, los ácidos atacan los dientes y la encía. Después de varios de estos ataques, los dientes comienzan a cariarse.
La enfermedad también se asocia a los bebés que se alimentan con leche materna durante mucho tiempo o a aquellos niños cuyos chupetes se humedecen en miel, azúcar o jarabe. Los fluidos dulces que quedan en la boca aumentan las probabilidades de la aparición de caries mientras el bebé duerme.
Los niños que comen refrigerios con frecuencia, que tienen un alto nivel de bacterias o que se van adormir con un biberón que contiene cualquier otra cosa que no sea agua son más propensos a tener caries de la primera infancia.
- Limitar los refrigerios entre comidas y si el niño necesita un biberón, usar sólo agua a la hora de la siesta o de dormir.
- Limpiar y masajear las encías del bebé una vez por día para ayudarlo a desarrollar dientes saludables y facilitar la dentición.
- Envolver un trozo de gasa humedecido o una toallita alrededor del dedo y masajear suavemente las encías y tejidos gingivales.
Las investigaciones demuestran que los niños no nacen con las bacterias que causan la caries, sino que contraen la infección, generalmente a edad temprana, de la persona que los cuida. Si alguna vez ha tenido una caries, usted transporta las bacterias que causan caries. Las personas con caries sin curar tienen niveles más altos de bacterias en la boca y están más propensos a pasar las bacterias a sus niños.
Las bacterias se pasan a través de la saliva y puede ocurrir, incluso, antes de que aparezcan los primeros dientes.
- Evitar compartir cucharas y tenedores con el niño.
- Usar agua para limpiar el chupete y no limpiarlo en su boca.
- Sostener al bebé cuando lo alimente.
- Retirar el biberón cuando el bebé se quede dormido.
Los padres tienen un papel importante en la detección temprana de las caries. Levante los labios de su niño para revisar signos de caries, puntos blancos. Si ve puntos blancos, especialmente en los dientes frontales, pida una cita con el dentista.
Las acciones para remover la placa deben tomarse no bien aparezca el primer diente del bebé. Al cepillar los dientes del niño, use un cepillo de dientes suave y una cantidad de pasta dental del tamaño de un guisante. Hasta que el niño aprenda a escupir, utilice pasta dental sin flúor. Sin embargo, cuando el niño ya haya aprendido a escupir, debe utilizar pasta dental con flúor.
Ayude a su niño a cepillarse los dientes hasta que sepa hacerlo muy bien, generalmente hasta los ocho años de edad.
Los padres deben llevar a su hijo al dentista por primera vez entre los 6 y 12 meses.
Cuida la salud bucal de toda la familia y en todas las etapas de la vida. Un niño sano es un niño feliz. Una dentición sana en la niñez muchas veces resulta en una dentición permanente saludable.
Se originan por la exposición frecuente de los dientes del niño a líquidos que contienen azúcares, como leche, leche de fórmula, zumo de fruta, refrescos y otras bebidas azucaradas. Los azúcares que contienen estos líquidos se fijan alrededor de los dientes y las encías del bebé y sirven de alimento para las bacterias que originan la placa. Cada vez que un niño consume un líquido azucarado, los ácidos atacan los dientes y la encía. Después de varios de estos ataques, los dientes comienzan a cariarse.
La enfermedad también se asocia a los bebés que se alimentan con leche materna durante mucho tiempo o a aquellos niños cuyos chupetes se humedecen en miel, azúcar o jarabe. Los fluidos dulces que quedan en la boca aumentan las probabilidades de la aparición de caries mientras el bebé duerme.
Los niños que comen refrigerios con frecuencia, que tienen un alto nivel de bacterias o que se van adormir con un biberón que contiene cualquier otra cosa que no sea agua son más propensos a tener caries de la primera infancia.
Prevención de la caries de biberón
- No permitir que los niños se queden dormidos con un biberón con leche, fórmula, zumo o cualquier líquido azucarado.- Limitar los refrigerios entre comidas y si el niño necesita un biberón, usar sólo agua a la hora de la siesta o de dormir.
- Limpiar y masajear las encías del bebé una vez por día para ayudarlo a desarrollar dientes saludables y facilitar la dentición.
- Envolver un trozo de gasa humedecido o una toallita alrededor del dedo y masajear suavemente las encías y tejidos gingivales.
Las investigaciones demuestran que los niños no nacen con las bacterias que causan la caries, sino que contraen la infección, generalmente a edad temprana, de la persona que los cuida. Si alguna vez ha tenido una caries, usted transporta las bacterias que causan caries. Las personas con caries sin curar tienen niveles más altos de bacterias en la boca y están más propensos a pasar las bacterias a sus niños.
Las bacterias se pasan a través de la saliva y puede ocurrir, incluso, antes de que aparezcan los primeros dientes.
- Evitar compartir cucharas y tenedores con el niño.
- Usar agua para limpiar el chupete y no limpiarlo en su boca.
- Sostener al bebé cuando lo alimente.
- Retirar el biberón cuando el bebé se quede dormido.
Los padres tienen un papel importante en la detección temprana de las caries. Levante los labios de su niño para revisar signos de caries, puntos blancos. Si ve puntos blancos, especialmente en los dientes frontales, pida una cita con el dentista.
Las acciones para remover la placa deben tomarse no bien aparezca el primer diente del bebé. Al cepillar los dientes del niño, use un cepillo de dientes suave y una cantidad de pasta dental del tamaño de un guisante. Hasta que el niño aprenda a escupir, utilice pasta dental sin flúor. Sin embargo, cuando el niño ya haya aprendido a escupir, debe utilizar pasta dental con flúor.
Ayude a su niño a cepillarse los dientes hasta que sepa hacerlo muy bien, generalmente hasta los ocho años de edad.
Los padres deben llevar a su hijo al dentista por primera vez entre los 6 y 12 meses.
Cuida la salud bucal de toda la familia y en todas las etapas de la vida. Un niño sano es un niño feliz. Una dentición sana en la niñez muchas veces resulta en una dentición permanente saludable.